Para construir nuestra identidad digital, debemos decidir:
• Cuál será nuestro avatar o «imagen de perfil», esa pequeña foto, dibujo o caricatura que nos identificará en los distintos servicios. Utilizar una fotografía actual o un símbolo que nos represente realmente ayuda a que otras personas nos puedan localizar de una forma más visual y fácil.
• Nick o alias. Es el nombre que se usa en Internet. No siempre coincide con el nombre y los apellidos, sino que suele ser un nombre abreviado por el que se les reconoce en la Red y que va generando una «marca personal» mediante la cual los buscadores (Google, Bing, Yahoo…) son capaces de localizar toda la información vinculada a esa persona y mostrarla.
• Qué servicios usamos. Es muy importante elegirlos bien. Hay que comprobar si los servicios que utilizamos son fiables y ofrecen una identidad digital positiva de quienes los usan. También es recomendable conocer los servicios a los que vamos a con-fiar nuestros datos, imágenes y privacidad. Si no los conocemos, es mejor no utilizarlos.
• Qué contamos y cómo lo contamos. En nuestra interacción con los demás a través de Internet, debemos actuar tal y como lo haríamos fuera del entorno digital. Es importante tener claras unas normas básicas de comportamiento.
• Con quiénes nos relacionamos. Internet favorece esta comunicación y multiplica las posibilidades de acceso al conocimiento y al aprendizaje de manos de otras personas. Pero como en el mundo físico, hay que elegir bien a esas personas con las que vamos a compartir nuestra vida digital, para no llegar a situaciones desagradables. Es fundamental tener precaución a la hora de solicitar o aceptar amistades en las redes sociales. Hay que evitar aceptar amistades digitales que no conozcamos.
• Qué aportamos a la Red. En todos los contextos, en casa, en el colegio y también en Internet, debemos mostrar nuestras mejores cualidades. Cuando intervenimos en foros; hacemos comentarios en blogs, o compartimos contenidos, imágenes, etc., debemos hacerlo con un estilo positivo y sin tener que arrepentirnos de lo que hemos dicho o compartido. Cuanto mayor sea la calidad de nuestras aportaciones, mejor identidad digital nos iremos construyendo.