Derecho a la privacidad
Según la RAE «Privacidad es el ámbito de la vida privada que se tiene derecho a proteger». Hablamos de «Privacidad en la Red» cuando nos referimos a poder controlar la información personal que se intercambia a través de Internet: cuando navegamos, cuando nos damos de alta en los servicios y aplicaciones, cuando completamos datos personales en formularios online, etc.
Encontrar el término medio entre crear una completa identidad digital en Internet, que nos dé presencia en la Red, y mantener nuestra privacidad es difícil en muchos casos. Por ello es especialmente importante conocer los «términos y condiciones del servicio» y la «política de privacidad» de las distintas empresas, aplicaciones y servicios que utilizamos en Internet. Aquí vendrá reflejado, por ejemplo, qué tratamiento y protección le dan a nuestros datos, cuáles son los pasos que debemos seguir en caso de que queramos cancelar la cuenta o cómo podemos acceder a la información que tienen de nosotros y nosotras.
Las personas somos dueñas de los datos que proporcionamos y por ello tenemos derecho a acceder, borrar o rectificar nuestra información personal, así como de oponernos al tratamiento de esta. Las empresas, a su vez, están obligadas a proteger estos datos personales y utilizarlos de forma correcta.
No todo es gratis en Internet. El precio es ceder la privacidad
En Internet se conocen muchos detalles de nuestra forma de vida, nuestros deseos o intenciones y nuestras preferencias, porque a lo largo del tiempo vamos dejando rastro de todo ello.
Cuando compramos por Internet, consultamos determinado tipo de páginas, decimos «me gusta» o escribimos nuestras opiniones; cuando nos descargamos determinadas aplicaciones, colgamos vídeos o fotografías e incluso cuando otras personas escriben o manifiestan sus opiniones sobre nosotros, estamos dejando una huella en la Red que puede ser usada de diversas formas.
Son muchas las aplicaciones, los juegos, las plataformas, etc., que en apariencia se nos brindan como gratuitas; sin embargo, en cada descarga o cada vez que nos registramos, estamos cediendo nuestros datos y manifestando nuestras preferencias. Así es como las empresas gestionan estos datos para ofrecernos publicidad muy ajustada a nuestros gustos, lo que incrementa las posibilidades de compra. De este modo, servicios aparentemente gratuitos utilizan o comparten los datos personales que les proporcionamos.
Es necesario cuidar nuestra privacidad en Internet, siendo cuidadosos en los datos que cedemos y en la imagen que damos.